Florida continúa siendo uno de los destinos predilectos para los inversores extranjeros. Según la Asociación Nacional de Realtors, el 21 por ciento de las ventas de propiedades en 2020 en el Estado de Florida provino de compradores internacionales. Comprar una propiedad en Estados Unidos con un crédito hipotecario siendo extranjero es posible. El inversor debe cumplir ciertos requisitos que establecen los bancos, o los brokers de capital y las regulaciones locales. Normalmente los bancos financian un mínimo de 100 mil dólares con tasas que varían del 5% al 9% y plazos de 15 a 30 años. Según el perfil del inversor, los extranjeros pueden acceder a un crédito hipotecario a través de un banco poniendo un anticipo o “Down payment”, al momento de la adquisición, equivalente al 30% del valor de la vivienda. En algunos casos el banco puede pedir hasta el 50% de anticipo, dependiendo de las posibilidades que el inversor tenga para probar su capacidad de repago. No es necesario ser residente de los Estados Unidos para comprar una propiedad financiada, ya sea por un banco o por una entidad privada.

Si se financia a través de un banco, éste suele exigir una aplicación de crédito hipotecario con los datos completos del solicitante, cartas de referencias bancarias, balances, comprobantes de ingresos firmados por un contador, el contrato de compra, y el estado de cuenta del banco. El solicitante debe abrir una cuenta en un banco de Estados Unidos ya que de allí se deducirá mensualmente la cuota hipotecaria. Algunos bancos exigen que la cuenta bancaria tenga en forma constante un saldo equivalente a doce meses de cuota. El trámite puede llevar varias semanas y tiene un grado de complejidad acorde a la natural burocracia bancaria. Si se elige el camino de un préstamo privado el trámite es más simple, requiere menos documentación y se resuelve en un plazo mucho más breve que en una entidad bancaria y usualmente el Down payment exigido es menor. Otra ventaja es la variedad de opciones de financiación que provee un préstamo privado en lo referente a plazos, tasas, y amortizaciones de capital. Es bastante usual que los inversores extranjeros elijan un préstamo privado para acceder a la propiedad y en un plazo de alrededor de 3 años refinancien con una entidad bancaria si el estado de las tasas de interés indica su conveniencia. De esta forma el inversor accede a la propiedad por un camino simple, seguro y conveniente que le permite salir o renovar su préstamo con una flexibilidad que las grandes entidades bancarias no pueden ofrecer. Para los no residentes, es importante que cuenten con un asesoramiento integral, no solo en lo referente a la elección de la propiedad, sino además en lo que respecta a los aspectos tributarios, ya que tienen un régimen específico para extranjeros. En base a estos factores es que se debe diseñar la mejor estructura jurídica antes de comprar la propiedad para crecer sobre una base legal y fiscalmente sólida.
Otro aspecto importante a considerar por los compradores extranjeros, es la titularidad del inmueble. Pueden comprar propiedades directamente a su nombre o a través de algún tipo de entidad, como una corporación nacional o extranjera, una sociedad de responsabilidad limitada o un fideicomiso de inversión inmobiliaria. Rodearse de un asesoramiento integral hará que la primera experiencia sea tan amigable, eficiente y rentable como cualquier inversor desearía.